La medicina veterinaria es un oficio que apasiona a Carmina Iralda Pupo desde hace casi cuatro décadas. Una profesión a la que dedica tiempo y esfuerzos a favor del bienestar y salud de los animales.
Es conocida en la ciudad de Holguín por su sensibilidad, habilidades y conocimientos en el ejercicio de esta especialidad. Al inicio de su carrera laboró en una unidad porcina y más tarde fue la médico principal de la Técnica Canina en la provincia.
En reiteradas ocasiones y con recursos propios ha rescatado y dado refugio en su hogar a muchos animales callejeros o abandonados, ofreciéndoles asistencia sanitaria, alimentación y cariño porque en ella prevalece la constante búsqueda de alternativas para sanar sus lesiones y dolencias.
Consciente de la responsabilidad y dedicación que demandan su cuidado y protección persevera para garantizar la prevención, diagnósticos acertados, tratamientos eficaces y control de las enfermedades que padecen o pueden transmitir a los humanos.
Como especialista veterinaria, y a partir de su vasta experiencia, alerta que actualmente “hay muchos padecimientos causados por hemoparásitos como la Babeasis Canis y Ehrlichia canis, que provocan discrasia sanguínea hasta causar la muerte”, y otras víricas como el Parvovirus muy común durante los primeros meses de vida de los perros, y que suele ser mortal si no se identifica y trata oportunamente.
“También existen casos de Hepatitis, Moquillo Canino y Gastroenteritis aguda, enfermedades bacterianas como la Leptospirosis y una gran proliferación parasitaria (sarna y pulgas)”.
Aunque aplaude el Decreto-Ley No. 31 De Bienestar Animal —aprobado en 2021— considera que en Holguín todavía es un gran reto poner fin al abandono y maltrato que sufren algunos de ellos y disponer de manera estable de los medicamentos necesarios para su asistencia sanitaria y vigilancia epidemiológica.
Reconoce que el cuidado de los animales debe ir más allá de acciones solidarias y precisa un mayor apoyo administrativo y logístico, promover actitudes positivas y defensoras desde la escuela y la familia, así como estricto rigor en el cumplimiento de las leyes vigentes que velan por su resguardo.
Carmina insiste en la promoción de la tenencia responsable de animales de compañía, productivos y de trabajo, en la compasión humana y toma de conciencia como premisa esencial de la conservación de la diversidad biológica.
Cada 24 de marzo Cuba celebra el Día del Trabajador de la Medicina Veterinaria, efeméride que fuera instituida en 1961 cuando Fidel Castro unificó los servicios veterinarios del país con la firma de la Resolución número 254 del Instituto Nacional de la Reforma Agraria.
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