El gobierno de Cuba, encabezado por su presidente, Miguel Díaz-Canel, inició un ciclo de reuniones destinadas a analizar la situación epidemiológica y la marcha del ordenamiento monetario en el país, entre otros temas, informan hoy medios locales.
La víspera el mandatario, acompañado por el primer ministro, Manuel Marrero, y otros dirigentes, sostuvo un intercambio con las autoridades del Partido Comunista de Cuba y el gobierno en La Habana, por donde comenzó este nuevo sistema de trabajo que llegará a toda la nación, según precisa el diario Granma.
Las medidas adoptadas en La Habana para enfrentar el nuevo brote de la Covid-19, las insatisfacciones de la ciudadanía en lo referido a la implementación del ordenamiento monetario y las acciones para garantizar la demanda de alimentos, entre otros asuntos, figuraron en la agenda.
Díaz-Canel convocó en el encuentro a trabajar con inteligencia, de una manera organizada, sin burocracia y sin enlentecer procesos, como único método para avanzar en las complejas circunstancias que tiene el país.
Sobre el impacto de la pandemia en La Habana, donde existen casos confirmados en los 15 municipios y la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes se incrementó a 58,5, el jefe de Estado indicó no perder de vista acciones como el pesquisaje profundo y amplio, para actuar con oportunidad y disminuir las posibilidades de contagio.
Asimismo, llamó la atención acerca del tratamiento a los grupos vulnerables y el permanente seguimiento a las capacidades de ingresos.
Apuntó que en este momento es preciso mantener vivas las actividades económicas, productivas y de servicios, por lo que ello demanda mayor rigor en el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias y no descuidarlas hasta que esté disponible la vacuna e incluso más allá.
En cuanto al ordenamiento, enfatizó en que se trata de una tarea de mucha envergadura, porque llega a todos los elementos de la economía y de la sociedad; transparenta la ejecución de las entidades y brinda mayores posibilidades al sector empresarial para convertirse en el actor económico que necesita el país, añadió.
'Subieron los salarios, subieron los precios, y lo que tenemos que lograr es que la relación entre ellos, en el ordenamiento, sea mejor que la de antes', comentó y destacó la importancia de enfrentar las ilegalidades, como el incremento indiscriminado de precios y la venta de divisas.
En este sentido resaltó el papel de los dirigentes, que deben estar atentos a todos los asuntos, particularmente a lo relacionado con la inflación, los problemas del empleo y la situación de los vulnerables, pues se trata no solo de un fenómeno económico, sino de un proceso político, uno de los más amplios y de mayor envergadura que ha asumido la Revolución cubana.
(Con información de Prensa Latina)
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