El cuatro de septiembre de 1958, se cumplen ahora 61 años, se constituyó en La Plata, Sierra Maestra, el pelotón femenino del Ejército Rebelde nombrado Mariana Grajales, acontecimiento que significó una muestra de confianza absoluta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la mujer cubana.
Se ha dicho que fue tal la resistencia a la creación del pelotón femenino que hubo hasta quien preguntó por qué, si aún había hombres desarmados, iba a dársele un fusil a una mujer, y el Comandante en Jefe respondió: ¡Porque son mejores soldados que tú!
Esa fuerza estuvo compuesta por 13 mujeres que rompiendo con la oposición de criterios machistas de los propios combatientes rebeldes, empuñaron los fusiles y participaron en acciones combativas a la par de los hombres.
Su composición fue como sigue: Las Tenientes Isabel Rielo Rodríguez y Delsa Esther Puebla Viltres, Teté, como jefa y segunda jefa, respectivamente; Olga Guevara Pérez, Eva Palma Rodríguez, Lilia Rielo Rodríguez, Rita García Reyes, Angelina Antolín Escalona, Edemis Tamayo Núñez, Norma Ferrer Benítez, Flor Pérez Chávez, Juana Peña Peña, Orosia Soto Sardiña y Ada Bella Acosta Pompa.
Una de sus integrantes, Lilia Rielo Rodríguez, en cierta ocasión aseveró que también formó parte de Las Marianas Clodomira Acosta Ferrals, la cual tras ser designada partió hacia La Habana en cumplimiento de una misión, durante la cual resultó capturada, torturada y asesinada, junto a Lidia Doce Sánchez.
Durante el combate librado en Cerro Pelado se produjo el bautismo de fuego de Las Marianas y aunque algunos incrédulos auguraban que ellas retrocederían o soltarían las armas, aquellas valerosas mujeres dieron una lección de valor y espíritu combativo.
Cuatro de esas combatientes, las hermanas Isabel y Lilia, Teté (actual General de Brigada y Heroína de la República de Cuba), y Edemis, atendiendo a su destreza como tiradoras fueron seleccionadas para marchar a tierras holguineras, bajo el mando de Eddy Suñol, para fundar el IV Frente Simón Bolívar.
La historia registra que durante un enfrentamiento con fuerzas de la tiranía batistiana en La Presa, sitio cercano a la ciudad de Holguín, ella quedaron aisladas del resto de la tropa y decidieron pelear hasta las últimas consecuencias, y los soldados enemigos al ver que combatían contra mujeres, quedaron desmoralizados.
En otra ocasión, en Los Güiros, cerca de Gibara, peleando contra dos camiones repletos de guardias, Suñol resultó herido y ellas asumieron el mando de la acción que finalizó en victoria.
Las restantes Marianas que permanecieron en la Columna Rebelde comandada por Fidel Castro, también fueron protagonistas de acciones combativas que pusieron muy en alto el coraje y el calor de las mujeres cubanas.
Las Marianas hicieron derroche de heroísmo, demostraron que eran buenas en la pelea como cualquier hombre, y terminada la guerra las que formaron parte de ese pelotón femenino, se incorporaron a distintas labores para contribuir al desarrollo y la defensa de país.
Comentarios (0)